MI PERRO ES UN HIJO DE PUTA
.
.
.
Mi perro es un grandísimo
hijo de puta.
Durante toda su vida, se ha especializado en hacer absolutamente todo lo que un animal no debería hacer y eso incluye, desde luego, atormentarme.
¿Fidelidad? El perro no tiene ninguna fidelidad alguna, de hecho, sé de buena fé que sería capaz de cambiarme por un hueso si tuviera la oportunidad.
Sé que no le caigo bien, y lo demuestra cada vez que puede...
Perro |
Es un negro hijo de puta.
El otro día, revisando el precio de su bolsa de comida, me di cuenta que es bastante más costoso que cualquier cosa que yo como. Una bolsa suya cuesta aproximadamente 50 euros, es decir, algo así como 60 dólares. La comida que yo como cuesta 2.50.
Aquí está una tabla para que lo entiendas mejor:
PERRO
=
YO

Toda noción de respeto y condición amo - animal se ha perdido. El perro no sólo cree que es otro ser humano sino que, además, está por encima de mí.
He aquí unas fotos que reflejan mejor la magnitud del problema:
Pero algún día le enseñaré quién es el que manda.
Mientras que ese día llegue, hará impunemente lo que le de la gana:
He
aquí, a plena luz del día, acostado en la cama... |
Acostado
en otra cama... |
Acostado
en el sofá, donde sabe de sobra que no puede estar... qué
hijo de puta |
El día de mañana me compraré un gato (o cualquier cosa más pequeña, que pueda controlar), mientras tanto, seguiré teniendo paciencia... el pobre no tiene la más mínima idea de que planeo hartarme, y cuando ese día llegue, me va a oír, sí, me va a oír...
18 de octubre de 2005