Ociosidades estúpidas de un domingo por la tarde

Hoy no estuve ocioso, estuve ociosísimo.

No tenía absolutamente nada que hacer y, por si fuera poco, se dio esa desafortunada combinación en la que no hay nada interesante que ver ni por Internet ni por la televisión, añadido a esa típica atmósfera dominguera que nunca deja de ser pesada.

Por lo tanto, dejé volar mi imaginación y me puse a hacer una lista de cosas que más tarde recopilé en la siguiente lista de ociosidades estúpidas que hice hoy:

Prender fósforos con un yesquero

Tomaba los fósforos y los encendía con un yesquero.

Taparme la nariz y soplar hasta que los ojos se me salgan de las órbitas

Obviamente los ojos no se me salieron, pero experimenté una presión fuertísima, hasta el punto que creo que los globos oculares se me movieron de sitio y todo.

Darle penetazos a las aspas del ventilador

Como el ventilador no tiene tapa, me saqué el pene y le di penetazos. Pero lo suficientemente rápido como para no llegar a hacerme daño.

Intentar terminar Mario Bros con los ojos cerrados

Llevo años tratando, pero debido a mi falta de constancia no he llegado sino hasta el nivel 3.

Ver si alcanzo a chuparme la salchicha

Lo hice contra una pared. No llegué.

Insultar a la gente del IMDB.com

El Internet Movie Data Base es una página web que lista todas las películas que se han hecho en el mundo y tiene un foro para cada una de ellas, de modo que la gente pueda discutir y conversar sobre ellas.

Frecuentemente, voy a los foros de los filmes que no me gustaron e insulto a las personas que sí le gustaron.

Mi última oleada fue en los foros de Narnia y Pinocho.

Verme al espejo

A veces cuando no tengo nada que hacer, me veo al espejo y me sonrío a mí mismo.

Molestar a Cyrus

Cyrus es mi perro y cuando estoy aburrido salgo a molestarlo.

De vez en cuando me pongo detrás de la ventana de la cocina en un punto donde él no pueda verme y lo despierto haciendo sonidos extraños. Por la noche cuando está todo oscuro imito gemidos y sonidos perturbadores sin que él pueda verme.

Hasta el sol de hoy no sé si se asusta y cree que hay un fantasma en la casa o si piensa que soy un humano imbécil.

Beber mucha agua para hacer pipí

A veces bebo mucha agua para ir al baño a hacer pipí. Cuando hago pipí siento que el tiempo pasa más rápido.

Y hay ocasiones en que, de hecho, hago pipí pensando en si hay otras personas en el mundo haciendo pipí que a su vez piensan si hay otras personas haciendo pipí que piensan en ellos.

Salir desnudo al jardín trasero y volver a la casa corriendo

Mi casa está en el medio del vecindario y por lo tanto estoy rodeado de vecinos que, desde las ventanas del segundo piso, pueden ver a mi jardín.

A veces salgo desnudo a ponerle agua al perro y entro rapidísimo por la emoción de evitar que me descubran.

Salir sin camisa y abrir el capó del auto para aparentar que lo estoy reparando

A veces salgo a la calle sin camisa, levanto el capó del auto y hago como si lo estoy reparando pero en verdad no estoy haciendo nada (yo no se absolutamente nada de carros, ni siquiera cambiar una llanta), simplemente lo hago porque me parece que me hace ver interesante y erótico.

Lo único malo es que tal vez un día de éstos venga una vecina con el carro dañado para pedirme ayuda.

Tratar de hacer música con mi axilas

Me da mucha envidia las comiquitas donde aparecen personajes que consiguen hacer ruidos raros con sus axilas. Yo lo he intentado varias veces pero no consigo orquestar absolutamente ningún sonido.

Por lo tanto, para no tener que hacerle frente a mi frustración, a veces me hago el loco y me ayudo con la boca imitando pedorretas.

Tratar de mover el control remoto a punta de soplidos

Cuando estoy aburrido agarro el control remoto del televisor, lo coloco en la mesa, y lo empiezo a soplar hasta que se mueve. Parece fácil pero lo cierto es que es más fácil escribirlo que hacerlo. Mi mayor récord fue mover tres controles remotos juntos.

Colocar la punta de un bolígrafo sobre un papel en blanco y dejarme llevar a ver si algún fantasma se comunica conmigo

Cuando estoy sumamente aburrido cojo un papel en blanco, lo pongo sobre la mesa, tomo un bolígrafo y, con la punta sobre la superficie, dejo ir la mano con la mente en blanco escudriñando garabatos para ver si, al cabo de un minuto, algún espíritu por ahí me ha mandado un dibujo, un mensaje, o si se ha comunicado de alguna manera conmigo.

Nunca me han mandado nada...

Engrapar embutidos

Hay veces en que acudo al refrigerador para sacar mortadelas, salchichones y especialmente chorizos con el fin de coger la engrapadora y engraparlos por la mitad.

Después me les quedo viendo y los vuelvo a meter en la nevera.

Atrapar zancudos chupando

Esto es algo que he logrado solo un puñado de veces en la vida; en vez de ponerme a aplastar zancudos con una revista enrollada, lo que hago es acercar la cabeza super rápido y sorber con toda la fuerza que mis pulmones me lo permitan para ver si lo puedo atrapar con la boca.

Sacarme los mocos e intentar tirárselos a un zancudo

Esto es todavía más difícil. Creo que se necesita de mucha habilidad para hacerlo porque yo todavía no lo he logrado, pero ¿por qué hacer el trabajo con un objeto ajeno a nuestra humanidad, cuando puedes matar a un zancudo con tus propios fluidos?

Yo voy redondeando el moco lentamente mientras tengo ya pillado al zancudo en la pared.

Mear un zancudo

Cuando era niño vi un zancudo sobre el escritorio y, como para entonces ya se me había ocurrido eso de intentar chuparlos, me pregunté también si podía matarlo con un chorro de pipí.

No sólo no pude alcanzarlo, sino que además mi papá me pegó un puñetazo.

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22 de octubre de 2007

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